¿Qué es diseño?

El espacio que ocupamos es prácticamente nulo comparado con el gigantesco tamaño del universo, somos un pequeño grano de arena en el mar.

Pero no porque seamos de tal magnitud no podemos cambiar al mundo, el diseñador tiene un papel muy importante en la sociedad. Pero, ¿qué es realmente diseño? y ¿Cuál es la función del diseñador?.



Sin lugar a dudas, el diseño es una disciplina eminentemente creativa cuya función es planificar espacios, proyectar objetos o elaborar mensajes visuales. En tanto proceso hay que entenderlo “[…] como la suma de raciocinio e intuición”. Como actividad profesional, el diseño se sustenta en principios científicos mediados con una buena porción de creatividad, lo cual conduce a plantear que al hacer diseño siempre se busca “[…] hacer algo nuevo a causa de alguna necesidad humana: personal o de origen social” (Guillam Scott, 1980: 3).
Al hacer referencia al diseño se incluyen sus distintos ámbitos de aplicación: gráfico, industrial, arquitectónico y urbanístico, por lo pronto.
Los dos primeros, de acuerdo con lo que señala Juan Acha (1996: 76) “[…] introducen recursos estéticos en los productos tipográficos y en los de la industria masiva respectivamente”. Por lo que toca a los dos últimos, “El primero concreta la vieja hermandad entre la utilidad habitacional y la belleza, mientras el segundo, todavía incipiente, se esfuerza por encauzar la vida urbana en la que se relacionan masas e individuos, a favor de la cultura estética colectiva”.
Con todo lo dicho hasta aquí se puede asegurar que, queriendo o no, el diseño es una disciplina cuyos productos inciden de forma contundente en la vida cotidiana de los grupos humanos; así, los objetos diseñados “[…] a la vez que están condicionados por las particularidades de la sociedad en la cual se originan, inciden en ella misma propiciando cambios” (Aceves, 2003: 38). 
Esta peculiaridad le confiere al diseño un carácter de acto relativo, puesto que está destinado a satisfacer las necesidades específicas de la totalidad social en la que se produce. A la vez, es de aquí que se desprende aproximaciones conceptuales para entender el diseño en el siglo XXI la función social del diseño y, por ende, se advierte su carácter cultural y su estrecha vinculación con las ciencias en general (Dussel, 1992: 21).

Se puede afirmar que para que el diseño logre su cometido es indispensable que el diseñador comprenda los requerimientos y las peculiaridades culturales de la sociedad en la que habrá de incidir el objeto diseñado, pues sólo de esta forma contribuirá a que el usuario satisfaga sus necesidades. Por lo tanto, para cumplir su cometido, el profesional del diseño tendrá que partir de los avances científicos y tecnológicos del momento, para después indagar sobre las circunstancias sociales del usuario y, con base en dichos conocimientos, podrá llevar a cabo la proyección de su diseño. Si los pasos se hacen adecuadamente habrá, sin duda, una alta probabilidad de que se cumpla de forma gratificante el cometido del diseño: satisfacer necesidades.
Es pertinente puntualizar que el proceso del diseño en este trabajo se aborda desde la perspectiva profesional, que surgió al quedar atrás la supremacía del artesanado.
Fue a partir de ese momento que el diseñador tuvo la urgente necesidad de someterse a una preparación que le permitiera diagnosticar los fenómenos culturales, tecnológicos y sociales, analizándolos a la luz de los conocimientos científicos pertinentes.
Desde entonces, amparado en su capacitación profesional, el diseñador ha ganado terreno hasta colocarse en una posición destacada dentro de un equipo profesional y, cada vez más, ocupa lugares preponderantes desde los cuales asume la responsabilidad de coordinar las actividades que dan sustento al proceso de diseño, procurando así que los demás técnicos que participan en su equipo no caigan en una visión parcial.
Esto conduce a establecer que, en el desarrollo de su labor, el diseñador debe pugnar por el logro de la objetividad, para ello es indispensable un adecuado equilibrio entre los conceptos de su propia disciplina y los de aquellas otras que coadyuven a la mejor solución de los problemas. Es indispensable que el diseñador, teniendo como punto de partida la visión de su propia disciplina, se abra al ámbito de la interdisciplinariedad, esto es, que rescate de otras disciplinas los conocimientos que contribuyan al mejor planteamiento del objeto a diseñar.

Enrique Dussel (1992: 43) establece que en el proceso del diseño el sujeto operativo es el diseñador —quien se encarga de realizar su trabajo en espacios interiores (estudio, oficina, etc.)—, pero para hacer sus proyectos debe sustentarse en los datos obtenidos de la realidad; el desarrollo de este segundo momento de la tarea representa diseño, cultura y sociedad • José Ignacio Aceves
la parte exterior de la operación. Dussel puntualiza que “En esa realidad se encuentra quien usará el artefacto diseñado, sus necesidades, su realidad social, económica, política”. De ahí que el diseñador tenga que explorar los conceptos acuñados por diversas ciencias que contribuyen a que el objeto por diseñar alcance la solidez indispensable para resolver los problemas sociales. Aquí se puede advertir la utilidad, en principio, del conocimiento científico y, sin duda, de la interdisciplina.
De todo lo dicho hasta aquí se desprende que el objeto diseñado funge como vínculo de la relación entre el hombre y su realidad; se convierte en un factor que coadyuva a que el usuario haga con mayor facilidad sus actividades.
Es así como los diseños han facilitado la interacción de los hombres y los han conducido al progreso. Para confirmar esta aseveración baste referir el impacto que el diseño urbano ha ejercido en el comportamiento del hombre. Para la mejor compresión de lo afirmado, Estinou Madrid (1997: 185) dice que:
[…] la ciudad y sus derivados urbanos son una poderosísima fuerza que actúa sobre nuestro acontecer diario influyendo en nuestra forma de pensar, sentir, actuar, imaginar, vestir, trabajar, gozar, descansar, vincularnos con la naturaleza, etc., es decir, sobre nuestra forma y calidad de vida.

La magnitud del contenido de la cita conduce al lector a entender que en el momento en que los objetos diseñados entran en circulación y cumplen con su cometido, el profesional del diseño se convierte en un agente de cultura.

También podemos definir el diseño como una disciplina ubicada e inaprensible; es la actividad mediante la que se realiza la configuración de los objetos y de los mensajes visuales, actividad que está en constante cambio, pero de la cual no se pueden definir claramente su campo de acción, su marco conceptual y las interacciones teóricas y metodológicas que establece con otros terrenos del conocimiento. Esta dificultad para definir con claridad el cuerpo disciplinar del diseño determina su teoría y práctica.
Aun en los casos de las empresas o personas que están relacionadas o hacen uso de manera más o menos frecuente de servicios de diseño no existe una comprensión clara del perfil de la profesión. La explicación de para que servimos oscila entre los polos de lo bonito y lo accesorio.
La heterogeneidad de enfoques académicos y la forma en que los diseñadores se autodefinen ante sus clientes genera una variada gama de servicios, lo que contribuye a producir un desajuste creciente entre oferta y demanda, potenciado, a su vez, por la incorporación de avances tecnológicos que aumentan los campos de acción de diseñador.
Pero ¿Cuáles son estos enfoques? El teórico del diseño Norberto Chávez identifica dos tipos de fundamentales de orientación en la formación y la práctica del diseño: el diseño como arte aplicado y el diseño como técnica de comunicación; yo agregaría un tercer enfoque que ha estado presente con gran fuerza durante el siglo xx: el que concibe al diseño como ciencia o tecnología.
Las palabras diseño parece provenir del latín, de ahí pasa al italiano y luego al español. En el Breve diccionario etimológico de la lengua española, de Guido Gómez de Silva, encontramos la palabra definida como “traza o delineación de un edificio o de un aparato”; italiano, disegno “disegno, dibujo”, de disegnare “dibujar; indicar”, del latín designare “indicar” (Gómez de Silva, 1988: 228). Tomando esta breve descripción como punto de partida para una definición etimológica de la palabra, podemos analizar el sentido que tiene en italiano. Según el diccionario Garzanti (1965) de la lengua italiana, la palabra se relaciona con imágenes, figuras representadas por medio de líneas y signos, y se aclara que el origen de la palabra está en los vocablos latinos de y signare, este último originado a su vez en signum. Así, diseño tendría que ver, esencialmente, con el proceso de significar algo. Podemos ver entonces que las dos afirmaciones hechas por Wong pueden sustentarse en la etimología de diseño. En ella encontramos que diseñar tiene relación con “transportar un mensaje”, pues diseñar se relaciona con saber de “signos” (con los cuales está elaborado todo mensaje) y que el diseñador utiliza desde el inicio de su trabajo gráfico. Los signos que funcionan como punto de partida y, por lo tanto, como origen del trabajo de diseño no son “visuales” sino lingüísticos. A esto se refiere la definición de Wong cuando menciona que el diseño gráfico “transporta un mensaje prefijado”, prefijado lingüísticamente ya sea de manera oral o escrita. El diseño gráfico tendría entonces su razón de ser y su fundamento en las interpretaciones que realiza el diseñador de los mensajes prefijados lingüísticamente por el cliente. Los fundamentos del diseño no pueden ser establecidos desde las formas gráficas como lo ha hecho Wong y toda una tradición pedagógica. Estos se establecen a partir de lo que Wittgenstein (1988) llamó “juegos del lenguaje”. El diseño gráfico puede considerarse una forma de juego del lenguaje dado que origina lingüísticamente y tiene una finalidad lingüística, ya que el usuario final del producto de diseño debe poder interpretar lingüísticamente el mensaje prefijado del que partió el diseñador. Así, el diseñador gráfico interpreta las necesidades de comunicación de su cliente, pasándolas por un proceso de traducción que vierte el significado de los enunciados y palabras de origen en signos gráficos y lingüísticos.
Diseñar consiste entonces en hacer una traducción-interpretación que de acuerdo con Jakobson (1984: 69), podemos llamar “intersemiótica” o transmutación que se genera, en sentido literal, en las reglas y juegos del lenguaje. Así, la explicación de los fundamentos del diseño gráfico debe partir de la manera en que se dan estos procesos que se sirven siempre de la sintaxis, la semántica y la pragmática. Desde esta perspectiva pueden plantearse un modelo de práctica del diseño gráfico en el que se especifican los procesos.
Diseñar es un acto humano fundamental: diseñamos toda vez que hacemos algo por una razón definida. Ello significa que casi todas nuestras actividades tienen algo de diseño: lavar platos, llevar una contabilidad o pintar un cuadro.
Sin embargo, al titular este libro Fundamentos del Diseño, utilizo el término en un sentido especial. Me refiero a lo que ya hemos dicho al respecto y a algo más. Ciertas acciones son no sólo intencionales, sino que terminan por crear algo nuevo, es decir, son creadoras. Tenemos ya, pues, una definición formal: diseño es toda acción creadora que cumple su finalidad. Ahora bien, las definiciones formales son muy engañosas. La que hemos ofrecido parece explicar algo, pero, en realidad, sólo nos plantea dos problemas: (1) ¿Cómo distinguimos un acto creador? Y (2) ¿Cómo establecemos si logra su finalidad o no? Debemos comprender ambas cuestiones antes de saber qué es el diseño.
Es claro que, en cierto sentido, las comprendemos. (Ya dije que la mayoría de nuestras acciones implican algo de diseño). Las comprendemos en la misma forma en que el burgués gentilhombre de Moliére entendía la prosa hablada. Las comprendemos, simplemente, y formamos nuestras opiniones por pura intuición.  Y éste es un hecho muy importante. En el diseño, la comprensión intelectual no llego muy lejos sin el apoyo del sentimiento. Por otra parte, si aspiramos a sacar algún provecho de nuestro estudio, es necesario que podamos no sólo hablar de las cosas sino también sentirlas.
“Diseñar es poner formas nuevas en el mundo”, categórica definición de diseño que acuña Juan Guillermo Tejada,  “concepción original de un objeto u obra destinados a la producción en serie”, nos señala la Real Academia de la Lengua.  Así entendemos el diseño como un acto de creatividad, de pensar  y plasmar algo nuevo, revolucionario, que como sabemos, aún a lo estético y lo funcional. 


Pero no hablamos de crear por crear. Sabemos que se diseña con una intención particular, que antes de crear tenemos que considerar varios parámetros que esta creación debe cumplir. Detrás de cada pieza de diseño, de cada intento de innovación hay un objetivo definido a alcanzar. El diseñador puede transformar, convertir o modificar masas enteras con su mensaje y/o diseño, marca tendencias, implementa estilos de vida. Pero estos no siempre son buenos y han tenido un impacto desfavorable en la sociedad.


Víctor Papanek (1923-1998), diseñador y educador, fue el primero en promover y defender un diseño responsable. Basa su planteamiento en la RESPONSABILIDAD social, económica y medioambiental de diseñadores y profesionales creativos ya que su actividad implica cambios/impacto en el mundo real.
Diseñar para satisfacer necesidades antes que para satisfacer deseos. Prever y crear productos que puedan resolver problemas humanos en gran escala y contribuir al bienestar social.
Esto es la teoría, pero ¿hasta qué punto el COMPROMISO con este tipo de diseño responsable es real?
El compromiso con este acercamiento al proceso "creático" responsable es lo que nos permitirá hablar de DISEÑO SOSTENIBLE.




Bibliografía:




  • https://www.researchgate.net/publication/282136684_Aproximaciones_para_entender_el_diseno_en_el_siglo_XXI
  • https://www.eoi.es/es/eventos/12118/diseno-responsable-comprometido-y-sostenible-sede-eoi-mediterraneo
  • https://maytesantana.wordpress.com/2012/08/21/concepto-de-diseno-a-partir-de-tres-autores/
  • https://www.youtube.com/watch?v=ykfp1WvVqAY&list=PLewTRqYJ5eFvZOHwRa6pZLc7qJdZiz0nB
  • https://www.youtube.com/watch?v=IGth2KMScpA&list=PLewTRqYJ5eFvZOHwRa6pZLc7qJdZiz0nB&index=2

Comentarios

Entradas populares de este blog

MÉTODO DE DISEÑO. JOHN CHRISTOPHER JONES

MODELO GENERAL DEL PROCESO DE DISEÑO UAM

Teoría Del Diseño